¿Recuerdan cuando les comenté que estaba buscando un lugar para practicar y jugar Tenis de Mesa (Ping-Pong) de 'manera competitiva' (uso mucho esa expresión, ¿verdad?)? Bueno, con la noticia de que finalmente conocí al Club Kanoa, prácticamente el único club donde puedo practicar este subestimado deporte.
Pues bien, al finalizar la escuela, me quedé de ir con Orlando a su casa (Orlando es un buen amigo mío), que por cierto, vive como a 10 minutos del susodicho club. Ahí platicaríamos de mujeres, jugaríamos un rato Smash, vagearíamos por su vecindario y comeríamos pizza hasta reventar (nótese que dichas actividades no siguen un orden cronológico). Como sea, la tarde fue entretenida, pero el objetivo no era convivir, sino que me llevara a conocer el Club! Salimos de su casa como a eso de las 7:50 o algo así, ya empezaba a oscurecer, y para sorpresa de los 2, había un tráfico de miedo. El plan de irse en taxi fue descartado en su totalidad por la opción de 'irse caminando'.
El recorrido no se pudo jactar de haber sido agradable, puesto que, a pesar de que íbamos a lado de los carros, las refrescadas de madre y el sonido de los 'cláxons' (no confundir con los Klaxons), el camino que seguíamos era demasiado oscuro y parecería que de cada rincón nos saldría una rata, y no precisamente hablo de un roedor con proporciones conejescas. También tuvimos que aventurarnos a pasar por un cruce peligroso (aquél que está por Insurgentes Norte y la carretera México-Pachuca, sí, hasta allá estábamos) que, gracias al tráfico, lo pudimos sortear sin demasiados problemas.
Después del cruce y varios metros adelante, nos fuimos a meter a una subida donde justo en medio, había un camellón (parque) con iluminación ínfima. Subimos y subimos, cabe mencionar que a partir de ahí comencé a sudar un poco, tantito porque íbamos a paso apresurado, y tantito porque el lugar lo ameritaba! Pero es no importa, llegamos hasta unas canchas de fútbol, seguidas de unas de basquet, y fue ahí donde Orlando me dijo que diéramos vuelta. La calle seguía estando oscura, pero las casas y un par de señoras afuera hacían del ambiente uno más seguro. Pasamos por un puerta que dejaba leer 'Pensión' y entramos.
Ya dentro de esos dominios, subimos todavía otras escaleras, habíamos llegado al Club Kanoa. Era un amplio salón (por decirlo de algún modo) perfectamente iluminado, había mesas de Ping-Pong (PP) perfectamente acomodadas y en buen estado unas a lado de otras, aproximadamente a un metro de distancia cada una. También se encontraban varias personas jugando, vi a 2, quizá 3 chavos de mi misma edad (un año menor o mayor tal vez), y vi también a otros tipos de 20+ años. Estaban boleando rápidamente.
Orlando entonces me presentó con el entrenador, creo que llevaba por nombre Milton 'X'. Checó mi raqueta (mala) una bola que traía (no acorde a las 'reglas oficiales') y mi nombre. Después de ver a los demás bolear un rato (nunca había visto buen PP en un mismo lugar), Milton nos puso a mí y a Orlando a bolear en una mesa... pues no hicimos otra cosa más que eso U_U. Hubo buenas jugadas entre él y yo (como siempre) pero yo buscaba una especie de 'inducción al PP teórico', ya que llevo 5 años jugando empíricamente, aprendiendo de lo que veo y de lo que se me ocurre; no tuve éxito.
Pasaron las 2 horas rápidamente, y Milton nos dijo que pronto empezaría la 'Copa Otoño', ahí también asistirían personas que venden equipo profesional de PP, además de que el ambiente es muy agradable y el nivel mejor. Me convenció, y planeo volver con Orlando. La mayor dificultad es la distancia y el pésimo horario de entrenamiento. Mi madre no está de acuerdo en que vaya tan lejos a un lugar así, y mi papá no podrá estar recogiéndome todos los martes y todos los jueves. Tampoco el papá de Orlando podrá estarme llevando todos esos días, no trato de leerme 'zacatón', pero ustedes conocen la ciudad. Saben que se puede calificar de todo, menos de segura. Y si hablamos de las 10:30 PM, pues la situación pinta muy riesgosa para un viaje en camión.
En fin, creo que iré un par de días más y trataré de encontrar una solución a esto. Porque no es uno de esos caprichos que le nacen a uno, tampoco una obsesión. Es algo que en verdad quiero hacer, y algo en lo que quiero mejorar y conocer personas que compartan el mismo gusto por el PP, fuera de mi escuela.
Me siento un poco... cómo decirlo... falto de recursos para escribir. Así que disculpen ustedes si esta entrada no les parece lo suficientemente 'buena' como otras. No sé por qué razón me sienta así, quizá porque no sale de mi pensamiento ****** (no cuenten el número de asteriscos, no son los mismos que las letras de su nombre, es del sexo femenino.)
Feo Loco
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