Hace no mucho me di cuenta que una vida no es suficiente para hacer todo lo que uno quiere. En general hablo de lo que uno quiere aprender, conocer y experimentar. Ideas, quimeras, metas y fantasías llegaron a mi mente como avalancha, y me abrumó el concluir que no podré realizarlas todas, suponiendo que fueran realistas. No estoy bromeando al decir que casi me voy de espalda al darme cuenta de este hecho. En cierto modo ya estaba dentro de mí, pues no me aloqué ni emití alguna especie de ruido extraño, solamente reí, burlándome de la ironía que se imponía ante mí. La vida es un cliché, y como diría el Dr. Manhattan: "The existence of life is a highly overrated phenomenon".
Pues qué le hacemos, ya estamos aquí y ni modo de ponernos a matarnos unos a otros para hacer al universo menos sobrevalorado (¿por quién?).
Después de casi 20' sin escribir ni un punto, continúo y me doy cuenta que iba a escribir una verborrea tremendamente cantinflesca, así que me detengo. Lo único que quería hacer era documentar ese descubrimiento en algún lugar, y matando dos pájaros de un tiro, revivir mi blog de manera poco digna.
Desde un principio, el objeto de este espacio era el de retroalimentación conmigo mismo, la capacidad de verme en el espejo en algún punto del pasado. Lo malo fue que en algún otro punto del pasado me confundí y comencé a ver esto como una 'manda', el de crear entradas con cierta frecuencia. Pokémon se apoderaba del contenido y eso no era malo, pero me estaba saliendo por la tangente. Hoy en día, Pokémon está pasando a segundo término para mí. Supongo que el gusto por el juego se está acabando, lo mejor será atar algunos cabos sueltos y dar por terminado ese capítulo de mi vida.
